Myriam Moreno Martinez: joyeria artistica, vida y arte

 

Myriam Moreno Martinez: Para mí el arte es la parte más esencial de mi vida, todo gira en torno a un mismo motor que es la creación. Creo que sería precipitado decir que el arte es mi vida, pero sí que me atrevo a decir que el arte es vida y como tal me alimento de él día a día. 

Me es frustraste tener una idea y no poder llevarla a cabo. En cierto modo creo que el arte y ser artista es eso, sentir un pulso creativo constante, sentir que es “lo que tienes que hacer” y  sentirse en deuda con el universo cuando esas ideas, que muchas veces no sabemos de donde vienen, no se materializan.

MMM: El arte contemporáneo tiene un posicionamiento crítico, que aunque en ocasiones el discurso sea el reflexionar sobre la belleza de los placeres de la vida, generalmente hace referencia a aquellas situaciones que generan desigualdad o que no son contempladas por la mayoría. El arte, entendido como fórmula o recurso de educación social puede ayudar a generar cambios en la dinámica mental colectiva. Una buena educación y entendimiento de la realidad bajo una mirada crítica (la mirada del artista) puede llevar a una sociedad que se enfrente a su día a día desde el equilibrio entre lo racional y lo emocional, resultando pues en una sociedad pacífica, donde reine la harmonía y por qué no, la justicia. 

Quizás ésta sea la razón por la que ciertas fuerzas políticas pretenden eliminar toda educación creativa pero que imponen otras disciplinas dogmatizantes o religiosas. Individuos que piensan, que reflexionan, son individuos difíciles de manipular. Es difícil mandar a alguien a matar y morir si valora la vida por encima de todas las cosas. 

 

MMM: Antes estaba en cierto modo de acuerdo con ese discurso, pero hoy en día no lo comparto. La belleza entendida como algo bueno, como planteaba Rousseau así como otras ideas neoplatónicas creo que son miradas unidireccionales que entienden la belleza desde un punto de vista clásico de harmonías y simetrías. 

Además de entender la belleza como algo más complejo, considero que la belleza es algo coyuntural, ni dura en el tiempo ni es la misma según la cultura en la que hayamos sido educados. La exaltación de la belleza puede llevar a la discriminación de todas aquellas estéticas que no sigan los cánones que marca el ideario colectivo, lo generalizado. Excluir las minorías, tanto estéticas o sociales es todo lo contrario que pretende el posicionamiento crítico del arte contemporáneo. En mi opinión los mecanismos de cambio deben abarcar precisamente a esas miradas minoritarias y entender que lo justo no es siempre lo mayoritario sino lo más plural, eso no es siempre lo más “bonito”, pero sí lo más “bello”, el camino a lo “sublime” en todos los aspectos de la existencia. Para mi un valor universal es el concepto de “belleza” como algo más metafísico y no tanto como algo estético. 

 

MMM: Creo que todo proyecto multidisciplinar es el nuevo camino del arte. Las barreras entre las disciplinas se están rompiendo y eso es bueno. Se oye mucho eso de “el arte ha muerto” o “ya está todo hecho”. Quizás el camino, ahora que “la postmodernidad ha muerto”, no sea el de la creación por la creación, sino la búsqueda de la integración, la cocreación, la unión entre las distintas partes para conformar un todo, un nuevo Arte.

 

MMM: En cierto modo son lo mismo, sobre todo si consideramos el arte como “vida”. Sin embargo hay matices diferenciadores y es que las culturas cambian y pueden aceptar o desechar ciertas obras o periodos artísticos, pero la creación sin más pretensión que la de expresarse como seres humanos es y será Arte. La cultura no es más que el desarrollo intelectual-creativo de una sociedad concreta. Esto no solo incluye al arte, sino a todas las manifestaciones de la sociedad, desde los programas televisivos como “Sálvame” a las costumbres y comportamientos sociales.

Ahí el arte tiene mucho que decir, es el arte contemporáneo el que señala con el dedo lo que está ocurriendo, nos hace parar por un instante para reflexionar e incluso debatir sobre nuestra realidad, siendo así germen de cambios sociales y de posicionamientos críticos.

 

MMM: Primeramente desde la humildad y la colaboración. Una de las cosas más interesantes de los trabajos multidisciplinares es la “ignorancia de las partes”. Hablando en términos generales, el músico no sabe pintar y el pintor no sabe componer música, pero ambos tratan lenguajes parecidos. El trabajo de entender y hacerse entender entre distintos profesionales es muy interesante y muchas ocasiones lleva a tener una visión diferente de lo que uno mismo hace. El proceso es en ocasiones tedioso pero al final muy enriquecedor y eso se ve en el resultado. Es la fórmula en la que nuevos lenguajes pueden surgir y la manera de conectar distintas culturas y maneras de entender la vida. 

Si partimos de la humildad y del aprecio por lo que hace el otro cimentamos las bases de un mundo más respetuoso e intercultural, más allá de la globalización como lenguaje único, sino aceptando las pequeñas partes que componen el todo. 

Y es que el arte es en muchas ocasiones laboratorio de lo que la sociedad puede llegar a ser.